jueves, 28 de mayo de 2009

Aprendemos de los errores.

De nuevo he de reconocerlo y además públicamente. Me he equivocado y me he precipitado. De nuevo han tenido que ver las emociones. ¿ De que hablo ? De la aplicación en real del sistema DAX3 con los parámetros actuales. Tras el pertinente estudio del sistema y sus correspondientes pruebas en potencia fuera de rango, realizamos en el simulador las pruebas pertinentes en un periodo que entendí adecuado (cuando realmente no lo fue). El momento escogido para añadirlo a la cartera real fue el peor de todos. En ese preciso instante, este sistema estaba en máxima fase de beneficio y no estaba en racha de pérdidas. Este es el primer fallo y gordo, pues nunca deberiamos instalar en real un sistema en fase de máximo beneficio, pues lo más fácil es que cojamos toda una fase completa de drawdown. Además puse en funcionamiento en real este sistema en un momento de euforia, pues los otros dos sistemas estaban también en máximos de beneficios y me llevo la codicia, que quise disfrazar con que disponía de un capital sin rendimiento. El segundo error cometido es una muy mala optimización del sistema, pues como se puede comprobar en las estadísticas de los sistemas, la optimización racionalmente hecha tiene unos muy buenos resultados, aunque el DD también aumenta en algo. Pensando fríamente, la posición actual del sistema DAX3 la dejaré que siga su curso, a saber como acabará. El sistema DAX3 que pondremos en funcionamiento, será con los nuevos parámetros. Pero no podemos ponerlo en real ahora mismo, porque no está en fase de pérdidas, está en máximo beneficio. Debemos esperar a que entre en fase negativa. Estos dos errores garrafales, de los más destacables, cometidos son fundamentales no volverlos a cometer. La paciencia y la tranquilidad debe ser una de nuestras virtudes.

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